Aportado y escrito por: Rosa María Badillo Baena, es historiadora, especializada en educación y transformación de las mentalidades, profesora y escritora.
En primer lugar, hay que elegir, a ser posible, la vida de
un personaje que nos apasione. Porque si a nosotros nos entusiasma, vamos a
transmitirle esa emoción a los niños con la fuerza de nuestras palabras. Voy a
ilustrar con un ejemplo los puntos que expondré a continuación, valiéndome de
la apasionante biografía de la gran matemática rusa Sonia Kovalevska
(1850-1891), la primera mujer que logró ser profesora de esta materia en una
universidad.
Lo primero que me planteo es: ¿cómo puedo maravillar a los
niños con esta historia? Por eso busco los momentos mágicos de su vida y doy
comienzo a la narración con el más atractivo: “Érase una vez una niña que
cuando se despertaba por la mañana en su cuarto, se encontraba rodeada de
números, signos y fórmulas matemáticas que para ella eran fascinantes y hacían
volar su fantasía. Los había dejado pintado su abuelo en las paredes. Un
matemático y astrónomo que sin saberlo sembró en su nieta una profunda
vocación…”.
Luego, utilizo la fuerza de las imágenes para contar la
historia. Me imagino las diferentes escenas de la vida que estoy trabajando,
teniendo muy en cuenta lo que le quiero transmitir a los niños y utilizo como
herramienta para llamar su atención, el contraste: “Su familia era muy rica y
podían permitirse el lujo de tener una institutriz. Sonia lo tenía todo, pero
era muy infeliz. Su maestra la había tomado con ella y para humillarla le
colgaba del cuello carteles con los errores que cometía. Después, hacía que se
paseara con ellos por toda la casa y esto hacía que Sonia se sintiera como una
idiota que no llegaría a ninguna parte…”.
Quiero recalcar que son muy interesantes aquellas imágenes
en que nuestros protagonistas se sienten “patitos feos”, incomprendidos y
minusvalorados por los mayores. Éstas nos permiten llegar al alma del niño
instantáneamente, porque ¿quién no ha sentido esto en su infancia? Y que
hermoso resulta, cuando contraponemos a la tristeza, la alegría de la
superación: “Pero, su inteligencia se sobrepuso a las formas de enseñar de su
maestra y su pasión por las matemáticas venció todos los obstáculos…”. Las
imágenes de superación son a mí entender las más pedagógicas y las más bellas.
Ya que contemplar como un ser humano se supera a sí mismo, aunque sea a través
de un cuento, causa una gran satisfacción interna que nos pone en contacto con
lo mejor de nuestra humanidad.
Además debemos reflejar y poner mucho énfasis en cómo
nuestros protagonistas son capaces de superar las adversas circunstancias que
les ha tocado vivir. Las imágenes en que lo imposible se hace posible, tienen
un enorme poder de transformación. En el caso de Sonia, el gran impedimento
para realizar su sueño, estudiar matemáticas, era que en su país estaba
prohibido que las mujeres fueran a la universidad. Sin embargo, encuentra una
solución: “Era tal su pasión por el conocimiento, sus ganas de aprender que
para asistir a la universidad contrajo un matrimonio de conveniencia, que luego
acabaría en amor. Este enlace le permitió ir a Alemania donde al menos dejaban
a las mujeres entrar a las clases como oyentes…”.
Por otra parte, las anécdotas llamativas son también un
recurso muy valioso para captar la atención de nuestro público y enseñar lo que
nos importa. En la vida de Sonia hay una particularmente interesante, donde se
trenzan la ruptura de muchos límites y la convierten en una imagen de
superación de gran fuerza para los estudiantes: “En Alemania se presentó a un
profesor de gran reputación, el matemático Weierstrass. Cuando Sonia le pidió
que la aceptara como alumna, él le puso una prueba para rechazarla. Quería
reírse de ella y le dijo que sólo la aceptaría con una condición: tenía que
resolver los problemas matemáticos que le planteara. Cuando vio que aquella
bella mujer, vestida con encajes y finas blondas, iba resolviendo con una
capacidad prodigiosa y además de forma deductiva, aquellos complicados
problemas, se quedó boquiabierto y no tuvo más remedio que aceptarla. Ella se
convirtió en su mejor alumna y él en uno de sus mayores defensores…”.
Y cómo no, tenemos que resaltar las imágenes de los grandes
logros de nuestros personajes, pero poniendo el mismo énfasis en sus
manifestaciones de humanidad, sencillez y ternura. Con la realización de sus
talentos, de sus sueños se culmina la historia. Pero hay un elemento imprescindible
que ha de sustentar y nutrir todo el argumento si deseamos llegar al corazón de
los niños y dejarles una frondosa huella. Nuestras palabras tienen que estar
preñadas de emoción durante la contada, así se convierte en palabra viva, ella
es la que nos asegura el éxito.
Conclusión
Nuestra labor de animación a la lectura y nuestras
propuestas de actividades son un instrumento para construir la autoestima en la
escuela. Trabajamos con un objetivo esencial: fortalecer interiormente a cada
niño para que pueda decir “yo soy capaz de transformar mis límites, de crear mi
propia vida”. El éxito de nuestra experiencia nos ha llevado a la expansión del
proyecto a otros colegios, también a institutos, con excelentes resultados.
Compartimos nuestros materiales con aquellos profesores que desean trabajar en
este sentido y unimos nuestras fuerzas para seguir transmitiendo el coraje de
vivir, el legado más importante de la grandeza humana.
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