El Orden Natural que rige la Creación y el Cosmos intervendrá en este proceso de Metamorfosis coadyuvando al mismo a través del inicio de un nuevo ciclo cosmogónico que posibilitará la llegada al sistema solar, el Sol, la Tierra y la Humanidad de corrientes y fuerzas energéticas de gran pureza –auténtica Energía de Amor- que, además de servir para que la Tierra complete su propia Metamorfosis vibracional y ancle en la nueva Dimensión, apoyarán la citada transformación de consciencia de los seres humanos, aunque respetando siempre el libre albedrío.
Y en este marco, entre el 10 y el 11 de diciembre, la Madre Tierra, un espectacular ser vivo con su propio proceso y evolución consciencial, habrá concluido su travesía por el anillo de gusano y culminado su Metamorfosis: su vibración ya no será de Tercera de Dimensión, sino de Cuarta. Y su “Latido” estará alineado con el del Centro Galáctico y el Cosmos.
Se trata del denominado “alineamiento”, que no es tanto un fenómeno exterior (que la Tierra se “ponga en fila” con otros planetas y astros), sino interior, de sintonía de Corazón a Corazón: el Corazón de la Madre Tierra se alineará con el del Sol y el Centro Galáctico tal cual los relojes de péndulo se ajustan en su “tic-tac” con el de mayor tamaño a través del llamado “efecto arrastre”. Y será debido a este alineamiento por lo que las energías procedentes del Corazón o Centro del Universo y de la Vía Láctea llegarán a la Tierra de manera directa, sin las interferencias que ha habido hasta ahora al no encontrarse el Corazón del planeta alineado con ellos.
Las manifestaciones exteriores de esto serán muchas, desde la elevación de la frecuencia electromagnética del planeta (la llamada Resonancia Schumann, predicha matemáticamente en 1952 por Winfried Otto Schumann, aunque fue Nicolás Tesla el que la observó por primera vez) al debilitamiento del magnetismo terrestre, pasando por una fuerte energetización de de toda la Naturaleza.
La Metamorfosis de la Tierra, alineada y sincronizada con el del Sol, Sirio, las Pléyades y el Centro Galáctico de la Vía Láctea, posibilitará que, entre el 12 y el 20 diciembre, el planeta y todo lo que lo habita reciba una gran onda de energía de Amor y consciencia muy pura que será polarizada hacia la Tierra de manera conjunta por Júpiter y el Sol: el Gran Trígono de Júpiter (supondrá el inicio de su transformación –ignición- en un nuevo Sol dentro del sistema solar, proceso que tardará aún miles de años en completarse) acaecerá el día 12 de diciembre, regalando Amor y Consciencia desde este planeta, ya en camino de convertir en estrella, a todo el sistema solar, en general, y a Mercurio, Venus, la Tierra y Marte, en particular.
La conjunción de todo ello pondrá a disposición de todas las formas de vida que moran en la Madre Tierra fuerza y consciencia para alinear y sincronizar su Corazón con el de ella, alineado ya cosmogónicamente. Y esta sincronización producirá, a su vez, la conexión ionogenomática de sus respectivos ADN por medio de las secuencias fractales que en éste existen y que, como si fuera a la vez una estructura “macro” y “micro”, ligan a cada modalidad de vida con el ADN del planeta, del mismo modo que asocian el de éste con el del Sol, el sistema solar y la galaxia en su conjunto.
ENTRE EL 21 Y EL 23 DE DICIEMBRE DE 2012
En este magno escenario, habrá seres humanos que sientan la necesidad interior de experimentar un periodo de recogimiento, silencio, meditación,… (cada cual lo vivirá a su manera y en función de sus propias circunstancias) que durará tres días (72 horas), del 21 al 23 de diciembre.
Buscado un ejemplo en la Naturaleza, hay que volver a retomar el ejemplo de la oruga, que se introduce en la oscuridad de la crisálida para mutar su ADN, activando componentes durmientes del mismo, y transformarse en mariposa. Es lo que algunos llaman “tres días de oscuridad”. Pero no será en el exterior, sino un recogimiento interior: una experiencia interior (no exterior) y evolutiva (no traumática). Que nadie se encarcele consciencialmente a si mismo esperando fenómenos cataclísmicos exteriores.
Y en estos tres días de recogimiento, acontecerá la citada conexión ionogenomática del ADN de los seres humanos que lo vivan a través de las secuencias fractales en él existentes. Este hecho puede ser descrito como la “distensión” de sus hebras, como cuando se abre una flor, lo que acelerará la activación de los componentes durmientes del ADN, preparándolos para experimentar la Metamorfosis. La distensión se deberá tanto a la llegada de energía exterior como a la Armonía y la Quietud interior que experimentarán los seres humanos que, recibiéndola, interactúen con ella desde su propio proceso consciencial. Y permitirá que se liberen componentes del ADN que hasta ahora se hallaban aprisionados y tensos (coloquialmente, “estresados”), produciéndose la aceleración de su activación.
ENTRE EL 24 DE DICIEMBRE DE 2012 Y EL 17 DE MARZO DE 2013
Al finalizar estos “tres días de oscuridad”, esos
seres humanos habrán acelerado la activación de su ADN y comenzado a cambiar su
frecuencia vibracional en clave de Amor, en consonancia y en sincronía con lo
vivenciado por la Madre Tierra.¿Cuáles serán los impactos de tal hecho en
ellos? Básicamente, los siguientes:
-Consciencia de Unicidad y Red: Percepción cada
vez más nítida tanto de la Unicidad de cuanto es como de la Red Consciencial,
en sus distintos niveles y escalas, que liga y entrelaza a los seres humanos
dentro de la Humanidad, a ésta con la Madre Tierra, al planeta con el sistema
solar y así sucesivamente.
-Multidimensionalidad: Activación del recuerdo de
la naturaleza multidimensional de nuestro ser, lo que permitirá la conexión con
planos más sutiles de consciencia y existencia en los que también somos y
estamos, incluyendo el contacto con los Hermanos de Luz de otros mundos,
planetas, sistemas solares y galaxias.
-Tendencia creciente a “no hacer”: La Humanidad ha
creído hasta el momento presente que se nace para hacer y que “nacer” es
sinónimo de “hacer”. Es un paradigma culturalmente muy arraigado el considerar
que venimos y estamos aquí, en esta vida y en este mundo, para hacer cosas:
lograr metas, alcanzar objetivos, producir, construir lo que sea,… Y en ese
hacer -ligado inevitablemente a trabajos, empeños, esfuerzos, programaciones y
controles- se busca la “realización” personal (cada cual según su “yo y sus
circunstancias”), el sentido de la vida y hasta un sueño de porvenir colectivo
en el marco de la denominada civilización. Metafóricamente expresado, se trata
de la celebre maldición bíblica de “ganarás el pan con el sudor de tu frente”.
Pero los seres humanos que experiencien lo que se viene sintetizando sentirán
una tendencia creciente a “no hacer” y “verán” con meridiana claridad que
“nacer” es “no-hacer”, que se nace para Vivir y que Vivir es sencillamente eso,
Vivir: no hacer, Vivir… Un “Vivir Viviendo” que no sabe de pasado ni de futuro
y que se plasma exclusivamente en el Aquí y Ahora. ¿Tan difícil te parece? No
te inquietes, que tu Metamorfosis te mostrará de manera simple y natural lo que
Vivir y no-hacer significan. Lo hará por medio de la Sabiduría que se
manifiesta en las palomas, en las flores, en los árboles y en toda la
Naturaleza. La misma Sabiduría que hace por ti lo que el cerebro de tu cabeza
es incapaz de hacer: que circule la sangre, que funcione el aparato digestivo,
que lata el corazón, que se dilaten los pulmones, que se inmunice el organismo
y que curen las heridas. Con la Metamorfosis, esta Sabiduría natural emanará
del cerebro de tu corazón y se mostrará plenamente en ti, desde ti y para ti.
ENTRE EL 18 Y EL 20 DE MARZO DE 2013
La experiencia de los tres días de oscuridad
antes comentada volverá a repetirse a lo largo de las 72 horas previas al
equinoccio de primavera de 2012, previsto para las 11 horas y 2 minutos del 20
de marzo. Nuevamente, mucha necesidad de silencio, de recogimiento, de estar en
la crisálida.
Te darás cuenta entonces de que, realmente, no
saliste de la misma el 23 de diciembre, sino que has permanecido en ella
durante estos tres meses. Y que ahora, ahora sí, se ha completado la activación
de los componentes durmientes de tu ADN y te dispones a abandonarla con la
Metamorfosis culminada y transformado en “mariposa”. Habrás concluido la
travesía por tu propio Puente de Einstein-Rossen y ello, a partir del 21 de
marzo, abrirá ante ti no un único escenario consciencial y dimensional, sino
todas las alternativas que permite la Realidad Cuántica: un haz de opciones
vibracionales, a modo de planos alternativos de realidad, entre los que, en
libre albedrío, tendrás que decidir cual deseas experienciar, aunque todos
representan, como se detallará más adelante, una especia de “vuelta al origen”.
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