martes, 20 de agosto de 2013

De la dualidad a la Unidad.

Existe un conocimiento que nos dice cómo articular los principios masculinos y femeninos dentro del cuerpo humano. La realidad es una, pero nosotros la percibimos como dualidad. Cada cosa tiene su opuesto, y esa dualidad es sexual. Sólo podemos retornar a la Unidad trascendiendo esa dualidad.
Este conocimiento nos habla de un movimiento de las energías sexuales a través del cuerpo y de la mente con el objetivo de alcanzar el equilibrio entre los aspectos masculino y femenino del ser humano.
En este sentido podemos encontrar una técnica que enseña una forma autorrelación sexual y también otra que explica la conducción consciente de las fuerzas sexuales entre los dos miembros de la pareja, que mezcla las energías del hombre y de la mujer por medio de una alquimia interna.
Las dos técnicas conducen a la misma iluminación, tanto para la persona que practica en solitario como la que lo hace en pareja. Aunque, la persona que se ejercita en pareja avanza más deprisa hacia la iluminación, pues la conexión de su energía con la de su pareja acelera el progreso.
Para equilibrar las energías femeninas y masculinas hay que estar en el cielo y en la tierra simultáneamente. Uno debe sentirse bien enraizado en la Tierra, aunque al mismo tiempo uno se sienta en el mundo del espíritu, en la misma fuente cósmica.

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