"Nada ni nadie puede destruir la luz que constituye la
esencia del ser humano, pero puede haber muchos obstáculos que la tapen. El fin
esencial de la educación es ir retirándolos para que la persona se reconozca en
esa luz, para que se descubra como astro con luz propia. El maestro de corazón
es el que se siente llamado a cumplir este honor y sabe que para conseguir su
objetivo debe tener en cuenta dos premisas: nunca obligar a nadie y descubrir su
propia luz escuchando a su corazón."
La Danza de la Vida
La Danza de la Vida
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